L.B. (II PARTE)


Aquel día que tú escasamente recuerdas
Yo salté desde tus ojos; hoy burlones, hoy inertes.
Enfilé todas mis cartas en una orilla sin nombre
Y emprendí la retirada de espaldas a tu encanto; hoy ajado, hoy mordido.

Aquel día, sin su noche
De aves sin gracia despeinando el rizo del más oscuro de los cielos
De hojas cuasi ilegibles
Vencidas y lanzadas a la mar
Yo abordé el tren de lo que nunca entenderías con tus huesos
Y esa sonrisa sin vida con que te defiendes del invierno.

Aquel día que olvidaste sin agravios en algún rincón de la maleta
Yo crucé la acera del corazón; de mi corazón
Para verle desandar esos vanos tropiezos con tu nombre
Fantasmal, hoy bucólico
Y perderse así de espaldas al dolor.

Aquel día,
Florecías sin luz
Reencarnándote en el cuerpo del recuerdo
Recuerdo que algunas veces vuelve azul hacia mis dedos
Y se agiganta como un espejo sordo y torpe
Y formula preguntas que nacieron sin respuesta
Y responde a todas esas preguntas que nunca quise hacerle a la razón.

Días y memorias
Jugando el tonto juego de lo innombrable
Perdiendo el tiempo en invertir la calma en una cuenta bancaria inexistente
Soldando pantalones y trapos de acero para desvestir a la nostalgia
En tirones circenses y acuosos. Policromados. Políglotas. Días D.
Restas y sumandos. El producto verosímil de mis diez dedos. A tu favor. Como la vela alta del mes de Abril.

Aquel día, hoy ajeno e inservible para ti
Yo escribí la historia de un nosotros aguerrido y comatoso
Punzo cortante, quemadura en primer grado
Y te dejé ir
Con los labios y con la piel, desde mis ojos tristes.

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