Algunas tardes conquisté las mejillas violetas de tu dolor
Descalza hasta la fiebre, recogía el desengaño de tus huesos aturdidos.
No decías nada. Te limitabas al reflejo del mañana censurando las caricias del invierno como una piel gigante.
Nunca supe escribir. Cartas violentas. Hojas secas. Esperando las 12 en la fiesta de la vida. Algunas tardes me perdía. Viéndote naufragar en el álbum de fotos de mi risa. Cruel.
Dolor. Sietemesino. Promesa ectópica. Éramos angostos. Mellizos.

Algunas tardes que nunca existieron. Prisa. Brisa. Me enamoré de la playa de tu dolor en tercer grado. Desnuda hasta los labios. Pronunciando nombres de árboles.
Nunca supe volver. Con primaveras en los bolsillos. A tu sofá de tul.
Recuerdo sus pupilas asimétricas
Pareciéndote a la vida
A estar viva

Desandando con habilidad
Las penínsulas de mi cuerpo

Arrodillábamos la noche
Corroída
Por el ácido de los múltiplos
De tres

Nuestras bocas superando la mar

A veces
Al pie de página de la tristeza
Sutil
Abril

Así recuerdo
Vaivén y miseria
Partículas de tiempo en la salita
De estar del terrapuerto del olvido

Ebrios de risa
Perfectos como faltas ortográficas
Y aliento aglomerado.
Horas de ocio suspendidas
En el hocico ámbar de tu ciudad
De bastas rotas
Viajando con la simpleza
Del primer sorbo de café
Por el mágico laberinto de
Tu cuerpo en espiral
Perdías el control de mis ojos balcón
Suspendiéndote en
El roció del alba
Queriéndote mal
Maldiciendo el horizonte
Caoba
Del silencio condensado
Que fue aborto
Y fue estrella
Así
De piernas cruzadas
Con legañas en el alma
Para siempres dormidos
En verbos impares
No más de venida
No más a tu vera.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

iba quedando en silencio...

II

duele respirar
volver a oscuras
rígida
verbos mal conjugados
meciéndose en el viento

decirte
de angustias en forma
de tren
que nunca llegan
amenazan como
el dolor articular de la fiebre

y me pierdo en interminables intentos por dormirme en tus manos

...


agujas
en los pies
del alma
frío en la sonrisa
un gesto
inapetente
me lleva lejos
me aparta del sol
vacío
desazón
dados y seises rotos
cortinas mal cocidas
dejan entrever mis muñecas malheridas
un catéter
en la arteria del verano en que
te fuiste
supura el reloj de pulsera de esas horas
inciertas donde nos perdimos de vista
tierra húmeda
el bostezo de la tarde
burlón, asimétrico
atesoraste el invierno en un para siempre comatoso
absurdo.