Tengo tu mirada
Interminable
Desdibujando mi boca
Demonios edulcorados
Visitan tus cartas
Color soledad
Me fundo en ella
Que es del color del invierno
Que se parece a mí cuando es de noche
Cuando anochece insolente entre mis piernas
Sorbitos azules
Irrumpen
Entorpecen
Vuestra búsqueda silenciosa
Silueta rosa.
Fruto del amor entre mi piel y tus noches; también del insomnio y del café. De los desencuentros con la niñez y unas cuantas ausencias. Producto de la fiebre y el dolor articular por el que pende la vida en la adultez. Me habita tanto como yo habito en él. Aunque lo cierto es que a veces somos como un montón de extraños merodeando pasillos de un hospital. Hace las veces de espejo y de bruja. Hago las veces de andamio.
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