Te pierdo
Aguamarina
Luna sucia
Descalzo el invierno
Desandamos recuerdos
Y días
Pocos lógicos
Amenos en las sienes
Del alba.

Caigo
Y tú
Parafraseando la noche
Hada políglota
El horizonte es un agujero
En la garganta.

Se excusa
El favor de sus labios
Superpuestos en la barriga
Del insomnio
Ajenos
Aguerridos.

Te pierdo
Te pido, dos tintos
En la barra del olvido
A favor
De volver
A auscultar la vida
De tu mano
Por calles brutas
E interminables.
Llovizna rala, menuda
Corta en planos tu mirada
Se cruza de brazos un silencio incómodo
Que me advierte
Desnuda
Dormida, en tu boca hogar
En tus labios ciudadela fosforescente
Atropellas
Gente sin nombre
Entre edificios insostenibles
Perdida la noción de las horas
El reflejo de la tarde
Nos devuelve desnudos
Residuales.

En planos tus ojos
El verde de los recuerdos
Atesorábamos reveses
Y la angustia era un baile puntual
En el pecho

Prohibidos e injustos
Cuando se hable de volver…
Perfecto mundo. Algas rosáceas en los ojos de la luna. Nos mira. Nos vigila. Hablo con las manos frías. Hablas de princesas que se aburren en primavera. Pies. Piel. De canela el corazón. Grande como yo. Como la boca del dolor. Labios de conejo. Blanquecino es el invierno que recuerdo desde aquí. Un mueble sin sentido. Al sur de lo que debo. Te espero. Mundo pálpito. Perfecto y empedrado. Dícese de un día y amaneceres en plural. Yo te abrazo. La soledad es un vidrio de aumento. Ríes sin vida. Y se apura, el dolor articular de las fiestas. Doce espinas tienes en el cuerpo. Las sienes secas. Mundo. Perfecto y asimétrico. Yo no sé volver. Desde que hace noche en mi cintura. Tú decías, aliento a uva. Yo esperaba, azul, vivir. Y era inminente que duela. Y que poco se sabía…